EL CHOCOLATE, LA DADIVA DE QUETZALCÓATL
Nuestro presente se disipa lentamente, el tiempo y el espacio se hacen uno, hemos regresado al pasado miles de años atrás, al México prehispánico, se escucha el rugir de los jaguares, el canto de los cenzontles y de los quetzales, el aire huele a copal y su humo vuelve el ambiente brumoso, a lo lejos un sonido de tambores se oye como si los tocaran desde el firmamento mismo, al frente una colosal pirámide, en lo alto hombres con grandes tocados de plumas de aves son los encargados de hacer resonar estos instrumentos que evocan probablemente guerra, probablemente algo litúrgico, jóvenes doncellas llevan consigo bateas llenas de flores, ancianos, hombres, mujeres y niños Toltecas reverencian asombrados al gran dios Quetzalcóatl (la serpiente emplumada) que ha descendido por un luminoso rayo más brillante que el sol del medio día.
No solo se ha hecho hombre ya y ha trasmitido sabiduría al pueblo, si no que es el momento de hacerles dos grandes dadivas, el "tlayolli" (planta de maíz) y el "cacahuaquahitl" (planta del cacao)
Evidentemente al ser la anterior una leyenda, hay sucesos tanto míticos como verídicos sin embargo es claro que en las civilizaciones mesoamericanas la planta del cacao era muy utilizada para hacer la bebida del chocolate como la conocemos en nuestros días y de hecho no solo se ocupaba para beber pues el cacao también fue utilizado como moneda de cambio en la gran Tenochtitlan.
Actualmente los cacaoteros (árboles de cacao) siguen predominando en los estados de Tabasco, Campeche y Chiapas y sus tipos son tres:
el criollo: que es el que se usa para la producción de chocolates finos.
el forastero: utilizado para las barras o tablillas comerciales.
el trinitario: que es un híbrido entre los dos anteriores.
Sin embargo y a pesar del origen netamente mexicano el chocolate en sus diferentes variantes se consume y produce en el mundo entero y es que a pesar de ser delicioso y hasta cierto punto adictivo, especialistas afirman que previene enfermedades cardiovasculares, aporta una gran cantidad de vitamina E beneficiosa para la piel, y es bueno para el estrés.
Alguien alguna vez afirmo:
¡Todo lo que necesitas es amor, y un poco de chocolate!
Una rica adicción
ResponderBorrarAsí es, gracias por leer.
BorrarMe encantó la introducción de esta interesante información acerca del chocolate, que afortunados somos los mexicanos de tener tantas riquezas naturales, gracias por tan buena información
ResponderBorrarMuchas gracias a ti por leer.
BorrarUn artículo muy bien documentado y muy ilustrativo sobre el origen de uno de los mejores manjares que podemos disfrutar.
ResponderBorrarMuchas gracias.
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